viernes, 13 de marzo de 2009

Pa' la Milla de Oro en patineta

Mientras me dirigía a realizar una gestión en una oficina localizada en un edificio en la Avenida Ponce de León he visto algo que ha trastocado la agenda de temas que teníamos programados para el blog. Lo que se narrará a continuación no es ficción diseñada para cautivar su atención, es un hecho verídico que sirve de ejemplo para hablar sobre un medio de transportación complementario que bien podrá ser emulado por muchos.

Miro hacia al lado izquierdo mientras conduzco y veo a este individuo con gabán corriendo en una patineta. No soy conocedor del skateboarding, pero se que no era una de esas patinetas normales, era una de esas de las tablas finitas que miden como tres pies de largo. Además del gabán pude notar una cara de felicidad difícil de encontrar en alguien que transcurre en un medio no motorizado por las atropelladas aceras de San Juan en un día lluvioso. Mientras me registro en el lobby del edificio noto que hace fila conmigo el individuo y su patineta. Mantenía su sonrisa jovial por lo que no pude resistir preguntarle cuál era su onda. Para mi sorpresa me indica que era dueño de su empresa y que asistiría al mismo compromiso que me llevaba a ese edificio. Además me indicó que llegaba en Tren y siempre usaba la patineta para llegar a sus destinos contiguos a las estaciones.

Hay varios factores que ahora vienen a sus mentes que tratan de hacer una comparación entre nuestra preferencia de ir en carro y haber utilizado este inusual modo de transporte. Simplemente lo hacemos para justificar seguir utilizando el automóvil. Pero vamos paso a paso y veamos como salimos perdiendo y el empresario skater salio ganando.

Al final de nuestro compromiso hay quienes pagamos hasta cinco dólares ($5) de estacionamiento. Nuestro atrevido personaje solo pagó tres dólares ($3), asumiendo que pagó la tarifa regular, pero podría apostar este blog y el Internet entero a que usa la tarifa especial de noventa (90) o treinta (30) días, por lo que pudo haber pagado hasta menos de un dólar.

Como hemos puntualizado desde el comienzo de este blog, la implantación de estas formas de transportación requiere de la sinergia de varios elementos. La mayoría de ellos requieren poco o no requieren la inversión de dinero. Describiremos los más importantes.

Actitud. Hay que tener el atrevimiento de tomar medidas drásticas como esta. Tener una actitud intrépida es clave y trae beneficios tangibles. Por ejemplo, el empresario skater salió con la misma sonrisa con la que llegó. Los que fuimos en carro tuvimos que chuparnos el tapón para salir del estacionamiento y el de la Ponce León (sin mencionar los que llegamos tarde a los compromisos subsiguientes por esta razón). Ahora mismo vino a su mente el hecho de que seguramente el edificio en donde nos encontramos no era el único destino ese día. Es comprensible ya que en un día tenemos varios compromisos. Es aquí que aplica el segundo elemento.

Coordinación. En el caso de la milla de oro es fácil elaborar una agenda de compromisos en lugares cercanos debido al conglomerado de negocios que hay en el área. Servicios, oficinas gubernamentales, locales de comida, you name it, se encuentran en el lugar. Aunque no todo el tiempo tenemos lugares con estas características, cuando usamos medios no motorizados siempre es importante coordinar la agenda de destinos para aprovechar el tiempo y planificar el desplazamiento. El empresario skater coordinó sus destinos para poder desplazarse en patineta, los que fuimos en carro tuvimos que acomodar nuestra agenda al caos del tapón.

Hace calor, llueve en Hato Rey, llego sudado y con la ropa maltratada. Son las últimas excusas que esta elaborando. Nada que no hayamos escuchado antes. El elemento que vamos a describir aquí esta relacionado al de actitud, pero lo debemos tratar aparte. Comodidad. Vístase adecuadamente para movilizarse en la ciudad. Fíjese que no proponemos que todos los días se valla al trabajo o a los diferentes compromisos en patineta o medios alternos. Hágalos un viernes en donde aplica la regla regular del casual friday. El empresario skater estaba cómodo, gabán sport, camisa fresca y mahones. Los que fuimos en carro fuimos empaquetados en el tradicional gabán con corbata, abrigos, carteras, etc. Incómodos.

Si definimos la Milla de Oro desde el edificio de AEELA hasta el Mercantil Plaza estamos hablando de una distancia aproximada de 1.65 kilómetros (1.02 millas o 1,800 yardas). Un ejemplo, siendo conservador. Si por lo menos los viernes 1,500 de los empleados, 500 estudiantes y 1,000 visitantes de la Milla de Oro (adicional a los que ya usan el Tren) usaran métodos alternos como la patineta, sacaríamos de la Ponce de León 3,000 automóviles aproximadamente. Hay infraestructura de transportación demás para poder hacerlo. Tres estaciones del Tren Urbano (Domenech, Roosevelt y Hato Rey) y por lo menos cuatro rutas de autobuses. Por ejemplo, puede dejar su automóvil en Plaza las Américas y con Metrobús II está en menos de 5 minutos en la zona bancaria. Tres mil vehículos menos en la carretera son una mejora significativa en la accesibilidad en horas pico en uno de los centros de actividad económica más importantes del país, y descongestionaría uno de los centros de más alto tránsito del Área Metropolitana. Esta diferencia podrá significar llegar más rápido a nuestras casas, o en el caso de los viernes, llegar cómodo a la Placita de Santurce o a nuestro lugar de jangueo predilecto.


domingo, 1 de marzo de 2009

Arrancamos en 1, 2 y 3....

La enfermedad del desparramamiento urbano en nuestras ciudades tiene síntomas comunes y fáciles de identificar. Estos se evidencian mayormente en la transportación, o sea, en las medios que utilizamos para trasladarnos de un destino a otro. Por ejemplo, congestión vehicular, arterias principales y pulmones lacerados, ronchas causadas por el humo, neumáticos y el aceite y estrés causado por horas sentado en el carro escuchando radio chabacana y light, o simplemente escuchando la verborrea politiquera de la a-eme.

No son coincidencia los tiempos muertos que pasamos en nuestros automóviles diariamente en el tapón. No son coincidencia tampoco los hoyos (boquetes, rotos, joyancas) y bultos de brea que tenemos que evadir constantemente en la carretera y que se multiplican más rápido que la tabla del uno. Estos y otros malestares que experimentamos diariamente y que tienen un impacto desastroso en nuestra economía personal y del país, hasta en el ambiente, son consecuencias de un caos perfectamente planificado. Y lo que es peor, un sistema caótico consentido por cada uno de nosotros. Este es precisamente el problema de la transportación en Puerto Rico, el no reconocer que es un problema. Y como no es un problema, no hay voluntad para encontrar soluciones e implantarlas.

Concientes de esta situación damos inicio al blog Llegando a…. Esto es un espacio para hablar, dialogar y educar sobre el tema de la transportación en Puerto Rico. Explicando las diferentes manifestaciones del problema de transportación de forma entendible, hasta jocosa, desde sus diferentes dimensiones, es la única manera de salir de las ideas y llegar a propuestas concretas. Centrada en una visión de sustentabilidad, cada dos semanas, o cuando sea pertinente, se publicará un nuevo escrito con este objetivo y sobre todo, proponiendo soluciones. Esperamos que este espacio les sirva a ustedes para reflexionar e impulsar proyectos. Por esta razón te invitamos a pasar la voz y a someter tu escrito para publicarlo.

No apostamos a que será fácil esta labor ya que la forma en como nos transportamos es parte de un estilo de vida, de una forma colectiva de ser, sustentada en el despilfarro de recursos y en mitos que damos por verdades. Con esta iniciativa no esperamos estar en la agenda de prioridades gubernamentales ni de cambiar mentalidades de la noche a la mañana. Más bien, si el tema de la transportación apareciera en las campañas de “¿Qué nos pasa Puerto Rico?” sería un adelanto astronómico en el país.