Mientras me dirigía a realizar una gestión en una oficina localizada en un edificio en la Avenida Ponce de León he visto algo que ha trastocado la agenda de temas que teníamos programados para el blog. Lo que se narrará a continuación no es ficción diseñada para cautivar su atención, es un hecho verídico que sirve de ejemplo para hablar sobre un medio de transportación complementario que bien podrá ser emulado por muchos.
Miro hacia al lado izquierdo mientras conduzco y veo a este individuo con gabán corriendo en una patineta. No soy conocedor del skateboarding, pero se que no era una de esas patinetas normales, era una de esas de las tablas finitas que miden como tres pies de largo. Además del gabán pude notar una cara de felicidad difícil de encontrar en alguien que transcurre en un medio no motorizado por las atropelladas aceras de San Juan en un día lluvioso. Mientras me registro en el lobby del edificio noto que hace fila conmigo el individuo y su patineta. Mantenía su sonrisa jovial por lo que no pude resistir preguntarle cuál era su onda. Para mi sorpresa me indica que era dueño de su empresa y que asistiría al mismo compromiso que me llevaba a ese edificio. Además me indicó que llegaba en Tren y siempre usaba la patineta para llegar a sus destinos contiguos a las estaciones.
Hay varios factores que ahora vienen a sus mentes que tratan de hacer una comparación entre nuestra preferencia de ir en carro y haber utilizado este inusual modo de transporte. Simplemente lo hacemos para justificar seguir utilizando el automóvil. Pero vamos paso a paso y veamos como salimos perdiendo y el empresario skater salio ganando.
Al final de nuestro compromiso hay quienes pagamos hasta cinco dólares ($5) de estacionamiento. Nuestro atrevido personaje solo pagó tres dólares ($3), asumiendo que pagó la tarifa regular, pero podría apostar este blog y el Internet entero a que usa la tarifa especial de noventa (90) o treinta (30) días, por lo que pudo haber pagado hasta menos de un dólar.
Como hemos puntualizado desde el comienzo de este blog, la implantación de estas formas de transportación requiere de la sinergia de varios elementos. La mayoría de ellos requieren poco o no requieren la inversión de dinero. Describiremos los más importantes.
Actitud. Hay que tener el atrevimiento de tomar medidas drásticas como esta. Tener una actitud intrépida es clave y trae beneficios tangibles. Por ejemplo, el empresario skater salió con la misma sonrisa con la que llegó. Los que fuimos en carro tuvimos que chuparnos el tapón para salir del estacionamiento y el de la Ponce León (sin mencionar los que llegamos tarde a los compromisos subsiguientes por esta razón). Ahora mismo vino a su mente el hecho de que seguramente el edificio en donde nos encontramos no era el único destino ese día. Es comprensible ya que en un día tenemos varios compromisos. Es aquí que aplica el segundo elemento.
Coordinación. En el caso de la milla de oro es fácil elaborar una agenda de compromisos en lugares cercanos debido al conglomerado de negocios que hay en el área. Servicios, oficinas gubernamentales, locales de comida, you name it, se encuentran en el lugar. Aunque no todo el tiempo tenemos lugares con estas características, cuando usamos medios no motorizados siempre es importante coordinar la agenda de destinos para aprovechar el tiempo y planificar el desplazamiento. El empresario skater coordinó sus destinos para poder desplazarse en patineta, los que fuimos en carro tuvimos que acomodar nuestra agenda al caos del tapón.
Hace calor, llueve en Hato Rey, llego sudado y con la ropa maltratada. Son las últimas excusas que esta elaborando. Nada que no hayamos escuchado antes. El elemento que vamos a describir aquí esta relacionado al de actitud, pero lo debemos tratar aparte. Comodidad. Vístase adecuadamente para movilizarse en la ciudad. Fíjese que no proponemos que todos los días se valla al trabajo o a los diferentes compromisos en patineta o medios alternos. Hágalos un viernes en donde aplica la regla regular del casual friday. El empresario skater estaba cómodo, gabán sport, camisa fresca y mahones. Los que fuimos en carro fuimos empaquetados en el tradicional gabán con corbata, abrigos, carteras, etc. Incómodos.
Miro hacia al lado izquierdo mientras conduzco y veo a este individuo con gabán corriendo en una patineta. No soy conocedor del skateboarding, pero se que no era una de esas patinetas normales, era una de esas de las tablas finitas que miden como tres pies de largo. Además del gabán pude notar una cara de felicidad difícil de encontrar en alguien que transcurre en un medio no motorizado por las atropelladas aceras de San Juan en un día lluvioso. Mientras me registro en el lobby del edificio noto que hace fila conmigo el individuo y su patineta. Mantenía su sonrisa jovial por lo que no pude resistir preguntarle cuál era su onda. Para mi sorpresa me indica que era dueño de su empresa y que asistiría al mismo compromiso que me llevaba a ese edificio. Además me indicó que llegaba en Tren y siempre usaba la patineta para llegar a sus destinos contiguos a las estaciones.
Hay varios factores que ahora vienen a sus mentes que tratan de hacer una comparación entre nuestra preferencia de ir en carro y haber utilizado este inusual modo de transporte. Simplemente lo hacemos para justificar seguir utilizando el automóvil. Pero vamos paso a paso y veamos como salimos perdiendo y el empresario skater salio ganando.
Al final de nuestro compromiso hay quienes pagamos hasta cinco dólares ($5) de estacionamiento. Nuestro atrevido personaje solo pagó tres dólares ($3), asumiendo que pagó la tarifa regular, pero podría apostar este blog y el Internet entero a que usa la tarifa especial de noventa (90) o treinta (30) días, por lo que pudo haber pagado hasta menos de un dólar.
Como hemos puntualizado desde el comienzo de este blog, la implantación de estas formas de transportación requiere de la sinergia de varios elementos. La mayoría de ellos requieren poco o no requieren la inversión de dinero. Describiremos los más importantes.
Actitud. Hay que tener el atrevimiento de tomar medidas drásticas como esta. Tener una actitud intrépida es clave y trae beneficios tangibles. Por ejemplo, el empresario skater salió con la misma sonrisa con la que llegó. Los que fuimos en carro tuvimos que chuparnos el tapón para salir del estacionamiento y el de la Ponce León (sin mencionar los que llegamos tarde a los compromisos subsiguientes por esta razón). Ahora mismo vino a su mente el hecho de que seguramente el edificio en donde nos encontramos no era el único destino ese día. Es comprensible ya que en un día tenemos varios compromisos. Es aquí que aplica el segundo elemento.
Coordinación. En el caso de la milla de oro es fácil elaborar una agenda de compromisos en lugares cercanos debido al conglomerado de negocios que hay en el área. Servicios, oficinas gubernamentales, locales de comida, you name it, se encuentran en el lugar. Aunque no todo el tiempo tenemos lugares con estas características, cuando usamos medios no motorizados siempre es importante coordinar la agenda de destinos para aprovechar el tiempo y planificar el desplazamiento. El empresario skater coordinó sus destinos para poder desplazarse en patineta, los que fuimos en carro tuvimos que acomodar nuestra agenda al caos del tapón.
Hace calor, llueve en Hato Rey, llego sudado y con la ropa maltratada. Son las últimas excusas que esta elaborando. Nada que no hayamos escuchado antes. El elemento que vamos a describir aquí esta relacionado al de actitud, pero lo debemos tratar aparte. Comodidad. Vístase adecuadamente para movilizarse en la ciudad. Fíjese que no proponemos que todos los días se valla al trabajo o a los diferentes compromisos en patineta o medios alternos. Hágalos un viernes en donde aplica la regla regular del casual friday. El empresario skater estaba cómodo, gabán sport, camisa fresca y mahones. Los que fuimos en carro fuimos empaquetados en el tradicional gabán con corbata, abrigos, carteras, etc. Incómodos.
Si definimos la Milla de Oro desde el edificio de AEELA hasta el Mercantil Plaza estamos hablando de una distancia aproximada de 1.65 kilómetros (1.02 millas o 1,800 yardas). Un ejemplo, siendo conservador. Si por lo menos los viernes 1,500 de los empleados, 500 estudiantes y 1,000 visitantes de la Milla de Oro (adicional a los que ya usan el Tren) usaran métodos alternos como la patineta, sacaríamos de la Ponce de León 3,000 automóviles aproximadamente. Hay infraestructura de transportación demás para poder hacerlo. Tres estaciones del Tren Urbano (Domenech, Roosevelt y Hato Rey) y por lo menos cuatro rutas de autobuses. Por ejemplo, puede dejar su automóvil en Plaza las Américas y con Metrobús II está en menos de 5 minutos en la zona bancaria. Tres mil vehículos menos en la carretera son una mejora significativa en la accesibilidad en horas pico en uno de los centros de actividad económica más importantes del país, y descongestionaría uno de los centros de más alto tránsito del Área Metropolitana. Esta diferencia podrá significar llegar más rápido a nuestras casas, o en el caso de los viernes, llegar cómodo a la Placita de Santurce o a nuestro lugar de jangueo predilecto.